El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México, haciendo historia al ser la primera mujer en ocupar este cargo. En su discurso inaugural, Sheinbaum subrayó su identidad como madre, abuela, científica y mujer de fe, destacando la importancia de que las mujeres accedan a espacios de poder que antes les fueron negados. Hizo un llamado a recordar a aquellas mujeres que soñaron con un futuro en el que el género no determinara el destino de las personas.

La ceremonia estuvo llena de simbolismos. Sheinbaum vistió un traje artesanal bordado por mujeres indígenas de Oaxaca, lo que representó su compromiso con las raíces culturales de México y con la visibilidad de las mujeres. La entrega de la Banda Presidencial fue hecha por Ifigenia Martínez, una figura histórica de la izquierda mexicana, añadiendo un homenaje a las luchas sociales de generaciones anteriores. Además, Sheinbaum presentó la nueva imagen institucional de su gobierno, una joven mexicana mirando hacia la izquierda, símbolo de la lucha por la justicia y la libertad.

En paralelo, Carlota, la emperatriz consorte de México, fue una de las primeras mujeres en ejercer el poder en el país en el siglo XIX. Aunque su papel como mandataria fue breve y no oficial, Carlota gobernó como regente temporalmente cuando su esposo, el emperador Maximiliano, viajó a Europa.