Hablaremos de como hacer un tiempo especial con ellos, que cosas debemos evitar que nos afecten en nuestra relación, los beneficios que tiene el dar atención y el como nos perjudica el querer tener todo bajo control. Soltar el control es una de las claves para poder conectar con nuestros hijos.
Reconocer sus logros por sencillos que parezcan
Si comenzamos a observar el desarrollo de un niño desde que está pequeño poco a poco va adquiriendo independecia y autonomia, conforme va creciendo el observar cada uno de sus logros para el es muy importante, quiere sentirse grande, quiere ser un ser independiente, va aprendiendo del modelo de los papás o de los hermanos y busca aprobación.
Reconocer sus logros, por sencillos que parezcan es muy importante para la autoestima, reconocer el esfuerzo que está haciendo para alcanzar sus objetivos, por ejemplo reconocerle cuando logra ponerse la ropa solo o subir y bajar las escaleras, etc.

Le ayuda a reconocerse a si mismo como alguien especial, alguien que puede y que es miembro del equipo. Cuando no reconocemos estos logros y los damos por sentado también les afecta, todas las palabras de afecto, de aprobación, del tiempo que les brindamos les van dando las herramientas y las creencias en si mismos.
La infancia también se puede llenar de exigencias, de reclamos, de ausencia, de falta de tiempo y gritos, todo esto va forjando ciertas creencias de como debo de ser para que los demás me amen, o como debo de actuar para ser adecuado y evitar el rechazo de los padres.
Muchas veces la vida y sus exigencias nos impide pasar más tiempo con nuestros hijos y por eso es importante administrar nuestro tiempo para que sea de calidad y que cuando estemos con ellos logremos conectar.

¿Cómo pasar tiempo de calidad?
Primero que nada dejar de condicionar el tiempo que le damos a nuestros hijos, muchas veces ponemos condiciones por ejemplo: hoy no te has portado bien asi que no vamos a jugar, no vamos a ir al parque porque tienes malas calificaciones, etc. No podemos dejar de darle el tiempo a nuestros hijos porque pensemos que “no se lo merecen”. Muchas veces nos ponemos como juez y condicionamos nuestro amor, y nuestra aceptación.
Esto genera esa creencia de no merecer o no ser suficiente, por quererlos educar dejamos de amar, se nos olvida que el amor es lo más importante al momento de educar. Para poder conectar con nuestros hijos debemos aprender a conectar con nuestra infancia y de alguna forma ir reparando estas creencias que se nos forjaron y estamos repitiendo como papás.

¿Cómo conectar con nuestros hijos?
El tiempo especial es una actividad que se agenda o se pone de acuerdo con el hijo en donde se va a compartir el tiempo haciendo algo que les gusta, por ejemplo salir al parque, comer un helado, hacer un picnic, jugar un juego de mesa, hacer una manualidad, sesión de masaje, etc.
En estos momentos es cuando se puede hablar con el por ejemplo ¿como te ha ido en la escuela? ¿cómo te sientes? ¿que te gusta? platícame de ti y de quien eres.
Es importante que no haya interrupciones de telefonos celulares o distracciones.
No es necesario gastar dinero, es un tiempo que se puede dar dentro de la casa, 15-20 minutos donde me voy a sentar a escucharte para conocerte y yo también te puedo platicar de como me siento. Es generar momento de intimidad y apertura para que el niño tenga la confianza para acercarse y hablar. Platicar cualquier cosa o duda que tenga.

¿Cómo puedo saber si está bien la relación con mis hijos?
Si una relación con tu hijo es sana el niño te busca, te habla, se acerca y platican las cosas que sucedieron en la escuela, no son niños que se aislan.
Algo que debemos evitar es el control, muchas veces queremos estar educando en horarios, rutinas y hábitos, pero cuando ellos ya están brincando a una etapa a una más grande como los adolescentes podemos incluirlos en dinámicas en donde ellos tienen libertad de elegir y proponer horarios, como utilizar su tiempo libre, su intimidad y su espacio a solas.
Podemos llegar a desconectar con nuestros hijos por tratar de controlar por ejemplo el horario en que se levantan en fines de semana o la comida que comen, tenemos que darles cierta libertad.