Prevenir la violencia escolar. Hablemos de valores.

Prevenir la violencia escolar. Hablemos de valores.

Lamentablemente cada vez es más común escuchar acerca de tiroteos en las escuelas. Todo esto podemos atribuirlo a una falta de valores en los hogares y en la sociedad en general. La Dra. Blanca Almeida nos comparte por qué son tan importantes los valores para lograr un cambio. Todo esto en el episodio “Prevenir la violencia escolar” del Podcast “Hablando del alma y sus tropiezos”. Tal vez es un tema del que hemos oído hablar muchas veces y puede parecernos cansado. Pero la situación actual nos muestra por qué es importante seguir alzando la voz. Únicamente haciendo consciencia y cambiando como sociedad, lograremos un mejor ambiente para nuestros hijos.

Tiroteos; la máxima violencia escolar. ¿Qué hizo falta para prevenirlos?

Los tiroteos son la máxima expresión de una sociedad indiferente. Puede que nos cause conmoción cada vez que sucede alguno y que no nos sea indiferente el dolor de las familias, pero nos mostramos insensibles al momento de prevenir la violencia escolar. Es difícil analizar todos y cada uno. Sin embargo la Dra. Blanca Almeida analiza los casos de Christopher Harper, Elliot Rodger, Steven Kazmierczak y Robert Flores. Para analizar así las similitudes que ha habido en los perpetradores. Tristemente todos ellos habían dado indicios de alguna forma. Hizo falta una sociedad presente y activa. Todos ellos mostraban racismo, sexismo, rechazo a otras religiones o frustración. Es decir, todos se mostraban intolerantes. Ya sea hacia otros, hacia el rechazo o hacia la frustración. Todo esto aunado a problemas psicológicos como depresión o haber sido víctimas de bullying se tradujo en tragedias que ahora se suman a otras cientas.

¿Son los problemas mentales los causantes?

Si bien no podemos decir que las personas que deciden ejercer este tipo de violencia se encuentran sanos mentalmente, es importante recordar que muchas personas viven con problemas psicológicos, psiquiátricos y espirituales. Esto no los ha impulsado a dañar a otros. Estadísticamente una persona con Esquizofrenia es más propensa a sufrir violencia que a perpetrarla, tan sólo por poner un ejemplo. Entonces, ¿cuál es el causante? ¿Qué estamos dejando de enseñar? ¿Qué hace que los hijos crezcan y tomen este tipo de “soluciones” como una salida fácil? Las herramientas que tiene cada uno para afrontar la vida. Los valores que han aprendido. Esa es la principal diferencia entre una persona que ha sufrido bullying y decide tomar venganza, y una que no. Como padres, maestros y sociedad en general no estamos presentes. Hemos dejado de lado enseñar a nuestros niños y adolescentes las herramientas que los guiarán en el futuro. A veces pensando que estamos facilitándoles la vida.

¿Cómo contribuir a detener la violencia en las escuelas?

¿Cómo contribuir a detener la violencia en las escuelas? “El mundo que vamos a dejar a nuestros hijos depende en gran medida de los hijos que dejemos en nuestro mundo”. Por eso podemos (y debemos) inculcar las reglas de paz a nuestros hijos. Todas ellas se encuentran en los valores, pero es importante mencionar cómo llevar los valores a la acción. Por ejemplo podemos empezar enseñando a nuestros hijos a:
  • No aprovecharse de aquellos que son más débiles. Si nosotros sabemos que nuestro hijo está ejerciendo poder sobre otros niños, hablar con ellos.
  • Pedir disculpas. No hacerlo por ellos.
  • Responsabilizarse por sus actos. Que si cometen un error sean ellos los que busquen la solución.
  • No burlarse o reírse de los defectos de los demás. No hacer a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
  • Tratar a los demás como les gustaría ser tratados.
  • Ayudar a los que menos tienen. A los que tienen problemas. Compartir lo que tenemos con quienes más lo necesita
  • Abrir los ojos para estar pendientes de los demás jóvenes. Que no sean insensibles a lo que les sucede a los demás.
  • Tener tolerancia. Al rechazo, a la frustración. A las ideas y opiniones diferentes.
  • Aceptar a los otros sin importar qué tan diferentes sean de ellos.
  • Respetar a los demás
  • Saber que nadie es superior o inferior. Somos seres humanos todos.
  • Ser empáticos. No necesitamos pasar por una situación para entenderla. Sólo hace falta reconocer los sentimientos de los demás e intentar ponernos en su lugar.

Las palabras convencen. El ejemplo arrastra.

La mejor forma de enseñar es con el ejemplo. ¿Qué mensajes estamos mandando a nuestros hijos sin darnos cuenta? Es necesario ser conscientes de qué les muestran nuestras acciones a nuestros hijos. Analicemos lo que hacemos y si nosotros mismos seguimos las reglas de paz. Procuremos no hablar peyorativamente, menospreciar o hablar con lástima de los demás frente a nuestros hijos. Recordemos siempre que lo que nuestros hijos ven en casa es lo que aprenden. Si con acciones les enseñamos a ser amables con la gente sin importar quienes sean, nos responsabilizamos de nuestros actos, aprendemos a manejar la frustración… En fin, si nosotros mismos practicamos lo que queremos que ellos aprendan, iremos haciendo un cambio para bajar los niveles de violencia. Entonces lograremos que nuestros hijos crezcan y se desenvuelvan en un mejor entorno. Esperamos que hayas encontrado información útil para llevar a la práctica en la difícil tarea de criar mejores seres humanos. Te invitamos a escuchar el capítulo completo “Prevenir la violencia escolar” del Podcast “Hablando del alma y sus tropiezos”. Al igual que los demás Podcasts que tenemos disponibles para ti.
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